La ladrona de libros
Hola a todos, bienvenidos a mi blog. Hace ya unos cuántos días que no escribo, y se ha debido principalmente a falta de inspiración y de motivación, pero estas dos cosas volvieron a mí cuando un par de noches atrás vi una película que llevaba en mi lista casi un año, esperando al momento idóneo para verla. Y sinceramente, no se me podría haber ocurrido un momento mejor; estos pasados días he estado dudando de la utilidad de escribir este blog cuando no tengo intención de ser escritor o algo parecido en el futuro. ¿Por qué debería seguir invirtiendo mi tiempo en esto? Esta pregunta se ha repetido unas cuantas veces en mi cabeza durante estos días, y la respuesta me vino al ver La ladrona de libros.
La película, que es una adaptación de la novela homónima de Markus Zusack, cuenta la historia de Liesel Meminger, una joven de la Alemania Nazi que es acogida por una pareja humilde cuando su madre se ve obligada a darla en adopción. Liesel, a pesar de ser analfabeta, demuestra un gran interés en los libros, y aprendería a leer con la ayuda de su padre adoptivo, Hans, que desde el primer momento es muy cariñoso y paciente con la joven. Durante una fiesta por el cumpleaños de Hitler, la gente del pueblo de Liesel hace una gran hoguera en la que queman cientos de libros considerados contrarios al nazismo; es en ese momento cuando nuestra joven protagonista comienza a dudar del régimen, y cuando la plaza en la que tiene lugar la fiesta ya está vacía, Liesel se acerca a la hoguera y rescata un libro. Cuando Hans descubre lo que ha hecho, la ayuda a esconder el libro y le promete que lo leerían juntos más adelante. A partir de entonces, la situación política cada vez se endurece más, con el inicio de la guerra y numerosas alertas por bombardeos.
Al principio no tenía unas expectativas muy altas de la película, pero a los cinco minutos de empezar ya me encontraba totalmente inmerso en la historia, que se desarrolla a fuego lento y va mostrando como la pasión de Liesel por los libros va creciendo cada vez más, al igual que su animadversión hacia Hitler y el nazismo, sobre todo cuando descubre cual fue la verdadera razón por la que se tuvo que separar de su madre.
Aunque la protagonista me encantó, el personaje que más me cautivó fue Hans; interpretado por Geoffrey Rush, demuestra mucha valentía y humanidad en distintas partes de la historia, aunque con ello se pone en peligro a sí mismo y, tristemente, a su familia, que es lo que más le atormenta. Cuando era más joven, solo conocía a Rush por su papel del Capitán Barbosa en las películas de Piratas del Caribe, pero tras verle hace un par de meses en El discurso del Rey y ahora en La ladrona de libros, se ha convertido en uno de los lectores que más respeto. Además de Hans, Rosa, que es la madre adoptiva de Liesel, al principio se muestra como una mujer dura y muy estricta, pero a medida que avanza la historia irá mostrando toda su bondad.
Para terminar, ver esta película me devolvió las ganas de continuar con este blog y de seguir compartiendo con el mundo mis gustos, así que seguiré el ejemplo de Liesel y escribiré siempre que pueda. Hasta la próxima :).
Las palabras son vida. Si tus ojos pudieran hablar, ¿qué dirían?
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